En Olazi, estamos rodeados de una panorámica inmejorable. Orientándonos hacia el este, nos encontramos con fantásticos amaneceres que iluminan lentamente la majestuosidad de las Peñas de Aia.
En el noroeste, divisamos el monte Jaizkibel, la entrada del puerto de Pasaia con el mar de fondo en el horizonte, el pueblo de Errentería, y a vista de pájaro el valle de Oiartzun .
Por último, si miramos en dirección al sur y al oeste, podemos divisar un paraje de montaña completamente verde, bosque y pradera salpicada de blancos rebaños de ovejas y desde donde se divisan incomparables atardeceres de verano.
La panorámica que nos rodea unida al silencio relajante del que únicamente despertamos con el canto de los pájaros, invita a la tranquilidad y a la interiorización en uno mismo. Momentos de los cuales, en muchas ocasiones, la rutina de la vida, no nos permite disfrutar tan a menudo como quisiéramos.